El protagonista de la semana del 21 al 25 de enero fue: Jonathan. Y disfrutó mucho de todo lo que había preparado para esa semana.
El primer día, Jonathan nos explicó las fichas que había hecho en casa con sus papás y nos contó cuáles eran sus cosas favoritas; también, lo describimos viendo los datos que había recogido en una de sus hojas.
Al día siguiente, Jonathan nos explicó todas las fotos que nos trajo expuestas en unas cartulinas y conocimos a varios miembros de su familia. ¡Cómo se divirtió explicándonos cada una de ellas!
El primer día, Jonathan nos explicó las fichas que había hecho en casa con sus papás y nos contó cuáles eran sus cosas favoritas; también, lo describimos viendo los datos que había recogido en una de sus hojas.
Al día siguiente, Jonathan nos explicó todas las fotos que nos trajo expuestas en unas cartulinas y conocimos a varios miembros de su familia. ¡Cómo se divirtió explicándonos cada una de ellas!
A lo largo de toda la semana, todos los compañeros y compañeras hicimos actividades para que Jonathan se sintiera especial y muy querido: le mandamos besos, plasmamos las huellas de su pie y de su mano, ...Y, así, completamos el panel del protagonista.
AHHHH!!! Y también hicimos entre todos su silueta:
Y ya para terminar la semana, el viernes por la tarde nos visitaron en clase Sonia, Enrique y Conchi, la mamá, el papá y la abuela de Jonathan, a los que preguntamos un montón de cosas.
A continuación, nos explicaron cómo funcionan los molinos de viento y nos dijeron que nos habían hecho en casa uno para cada uno para llevárnoslo de recuerdo.
Después, nos enseñaron un dibujo de un molino que íbamos a pintar cada uno en nuestro sitio, mientras en grupos de cuatro jugamos a un juego muy divertido que le gusta mucho a Jonathan.
Así que unos cuantos nos sentamos en nuestras sillas y nos pusimos a pintar el molino.
Después, nos enseñaron un dibujo de un molino que íbamos a pintar cada uno en nuestro sitio, mientras en grupos de cuatro jugamos a un juego muy divertido que le gusta mucho a Jonathan.
Así que unos cuantos nos sentamos en nuestras sillas y nos pusimos a pintar el molino.
Mientras que cuatro de nuestros compañeros iban a divertirse con el juego.
Y hubo un momento que, cómo no podíamos jugar todos, nos tocó esperar.
¡Estábamos impacientes!
Y, en acabar, Jonathan repartió a cada uno de sus compañeros un precioso molino que tod@s se llevaron a casa.
¡¡Mirad qué contentos están con sus molinos!!
¡¡¡Muchas gracias por todo y por esta tarde a Enrique, Sonia y Conchi!!!
Un beso de tod@s las jirafas.